Breve historia de un sueño
X abrió la puerta del carro, una camioneta Hilux Toyota, y con presteza tomó el lugar del copiloto. Esperó a que llegara el chofer para poder dirigirse hacia un destino que él desconoce. Escuchó un disparo, como una llanta de un vehículo que acaba de reventarse. El chófer abrió la puerta, brusca y estrepitosamente ingresó al vehículo. Buscó en sus bolsillos las llaves, no las encontró. Buscó debajo de la escotilla del copiloto, tampoco las encontró. Un pequeño rubor en su rostro y un sudor que cortaba su cara manifestaba su nerviosismo por el apuro de salir del paso. Por fin, encontró las llaves debajo del asiento. Por fin arrancó el vehículo. Pisó profundamente el acelerador. Nunca miró hacia atrás, nunca dirigió la palabra al copiloto, a X, que esperaba con cierto estupor una explicación, algo que pudiera sacarlo del desasosiego de todos estos eventos. Solo fingió que no escuchó nada relacionado al disparo. El chofer se dirigió por la trocha carrozable que conducía...